Estudiantes, grupos y centros educativos de Paz
PROGRAMA PARA LA EDUCACIÓN EN IGUALDAD, EQUIDAD
Y PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO PARA ESTUDIANTES,
GRUPOS, COMUNIDADES Y CENTROS EDUCATIVOS.
La educación es un catalizador del cambio social y de transformación de situaciones de inequidad y violencia.
Desde su rol social, los centros educativos son espacios para revisar, modificar y recrear la sociedad para las nuevas generaciones.
Los centros educativos son espacios de protección que identifican riesgos y atienden situaciones de violencia que pueden vulneran a niñas, niños y adolescentes.
Por ello, su potencial transformador y protector respecto de la violencia de género es reconocido como clave.
Los centros educativos deben ser espacios habilitadores de protección y trayectorias equitativas, en particular en aquellos lugares donde la familia, la comunidad o los entornos son más bien espacios de reproducción de violencias contra las niñas y adolescentes.
Cambiar esta realidad implica poder realmente asegurar una educación con enfoque de género, que atiende con igualdad a todas y todos los estudiantes.
Además de fortalecer el rol social de la educación, en nuestro país debemos asegurar que los centros educativos sean espacios de protección y libres de violencia.
¿Cuál es nuestro objetivo?
El programa tiene como objetivo garantizar que los centros educativos ofrezcan una oferta educativa relevante que proporcione a las y los adolescentes habilidades socioemocionales para desarrollar sus proyectos de vida en el contexto de una escuela y comunidad protectora.
El programa fortalece una educación con equidad de género, da soporte a la educación sexual integral y sensibiliza y restituye el rol protector de la escuela para garantizar la atención de las brechas de género y prevenir la violencia en las escuelas, promoviendo el establecimiento de espacios seguros, así como el bienestar y la protección.
¿Cuáles son los ejes de acción?
Nuestra apuesta se desarrolla con una estrategia de tres niveles en las escuelas: prevenir- atender- reparar.
Prevenir desde la sensibilización de actores educativos, familias y autoridades locales para generar acuerdos sobre la protección y no violencia, a la vez que se fortalecen las habilidades socioemocionales de las y los adolescentes y se les proveen herramientas técnico productivas que permiten mayor capacidad para desarrollar sus proyectos de vida; atender, a través de protocolos claros, alianzas interinstitucionales y soporte legal y psicológico ante casos de violencia; y, reparar, vinculando con capacidad de atención pertinente y generando resiliencia en la comunidad para acompañar el proceso de reinserción educativa de las adolescentes violentadas o en situación de embarazo precoz.
Con estas acciones queremos mostrar que es posible que los centros educativos transformen y protejan con equidad de género con compromiso, sensibilización y acción. Nuestro reto es que cada escuela, colegio, politécnico, universidad, etc. logre también sumarse a este cambio.