Empiezo por mí.
PROGRAMA PARA LA ARTICULACIÓN HACIA LA TRANSFORMACIÓN,
EL CRECIMIENTO PERSONAL, EL EMPODERAMIENTO
Y EL COMPROMISO Y EL DESARROLLO
¿Por qué es importante este programa?
Porque para lograr el desarrollo de las personas hay que recorrer el proceso de identificar, concientizar, decidir, hacer e impactar. Y se hace imprescindible que la persona abandone su zona de confort y evolucionar. Ese movimiento, por muy leve que parezca, se extenderá a todos los ámbitos de la vida, transformando su entorno.
¿Cuáles son las características de una persona que decide ser?
- Integridad y honestidad. Comportarse de forma consecuente es, sin duda, uno de los valores principales que alguien puede aportar desde un punto de vista personal a su entorno.
- Humildad. Reconocer las propias limitaciones y reconocer la valía de los demás.
- Optimismo. Ver las cosas desde un punto de vista positivo se trasladará positivamente en todos los ámbitos. Una persona optimista contagia su actitud.
- Constancia. Ser persistente y trabajar duro es fundamental para lograr cualquier objetivo. Quien no se rinde en ningún aspecto de su vida al final acaba conquistando la mayoría de sus metas y contagia su actitud al resto del equipo.
- Compromiso. Considerar a la comunidad como propia. Vivir sus éxitos y fracasos como si fueran personales. Para una persona comprometida es fácil establecer vínculos.
- Organización. Ser una persona organizada se valora positivamente a la hora de planificar una serie de acciones y cumplir con lo pautado.
¿Cuáles son las competencias de una persona que decide ser?
- Iniciativa. Ser capaz de tomar decisiones, de iniciar proyectos y de impulsar acciones.
- Liderazgo. Un líder desarrolla una serie de cualidades que incorporará a su vida privada, como la capacidad para tomar decisiones, identificar los objetivos o el gestionar equipos.
- Gestión del esfuerzo. Una persona organizada en su trabajo y compromisos sociales extrapolará ese conocimiento a su vida privada.
- Capacidad para las relaciones interpersonales. La comunicación y la buena disposición contribuyen a generar un buen clima en la comunidad y en el entorno. Tener una actitud tolerante y abierta facilita la interacción con otras personas a todos los niveles.
- Flexibilidad. La flexibilidad y la apertura a otras opiniones o conceptos es vital y permite adaptarse, no solo a las condiciones que se vayan generando en el proceso de cambio; sino también a quienes se encuentran alrededor.
- Trabajo en equipo. Requiere ser humildes, saber escuchar y, si es el caso, liderar.
¿Por qué es un proceso, no un evento?
Porque ningún cambio ocurre instantáneamente. Cuando experimentamos el proceso de cambio, transitamos de lo que sabemos y hemos venido haciendo, hacia una nueva forma de hacer nuestro trabajo y comportarnos.
El proceso de cambio se divide en tres estados de cambio. El estado actual es cómo se hacen las cosas hoy y define quiénes somos el día de hoy. Puede que no funcione bien; pero es familiar y cómodo porque sabemos qué esperar. Es donde hemos tenido éxito y donde sabemos cómo seremos medidos y evaluados. Por encima de todo, es conocido. El estado de transición es impredecible y con movimiento constante. A menudo está cargado de emociones, que van desde la confusión, desesperación, ansiedad, la ira, el miedo y la esperanza. Y el estado futuro es a donde estamos tratando de llegar. Puede presentarse como preocupante y no coincidir con nuestros objetivos previamente planteados. Es desconocido; pero apasionante.
Los líderes viven en el estado futuro.
La familia, el equipo o la comunidad viven en el estado actual.
Los líderes tienden a enfocarse y hablar sobre la visión.
¿Quiénes son los destinatarios?
Personas, familias, grupos, asociaciones y comunidades en situación de vulnerabilidad que se identifiquen en el proceso de mejora de su calidad de vida mediante su inclusión social y la garantía de sus derechos y se decidan a impactar positivamente en sí mismos y en su entorno.
¿Cómo se identifican los destinatarios y las oportunidades?
La esencia metodológica consiste en la identificación, motivación y acompañamiento a los destinatarios del proceso: personas, familias, grupos, comunidades, etc. a través de visitas, evaluaciones y capacitaciones; enfocadas a la identificación de oportunidades de transformación y posterior acompañamiento en el desarrollo de estas.
¿Qué herramientas se utilizan?
1.- Programas de capacitación que consisten en vincular a las familias bajo su seguimiento a los procesos de capacitación técnico vocacional. Así como convocar a las familias para la participación en las escuelas de familias y reuniones de núcleos.
2.- Identificación y capacitación del liderazgo.
¿Quiénes son los gestores?
El programa “Empiezo por mí” se enfoca en trabajar una cultura de pertenencia, el orgullo de ser parte, el compromiso por construir una familia, grupo, comunidad de paz. Es un ejercicio de cohesión de la propia familia, grupo, comunidad, del que resulta una línea de trabajo en beneficio de todos los miembros. Es por ello por lo que la propia familia, grupo, comunidad es la gestora y protagonista del proceso.
La Fundación Rescatando Mariposas ejerce la función de guía, soporte y facilitador. El papel de la Fundación Rescatando Mariposas no consiste en aportar soluciones; sino en acompañar para presentar diferentes enfoques, ofrecer herramientas, asesorar, encaminar las propuestas comunitarias por los estamentos, dependencias u organizaciones que puedan ser parte de la solución.