Hombres que...

PROGRAMA SOBRE MASCULINIDADES, EQUIDAD DE GÉNERO Y PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
¿Por qué es importante este programa?

1.- Porque el número de mujeres maltratadas y asesinadas por los hombres por el simple hecho de ser mujer es tan alto, que nos cuestiona qué falla en la educación masculina para que se produzcan estos resultados.

2.- Porque los hombres deben ser conscientes de cuál es su grado de responsabilidad tanto individual, como colectiva frente a este grave problema; y, por supuesto, cómo pueden ser parte de la solución.

3.- Porque el machismo y sus consecuencias se trasmiten de generación en generación. A través de la educación y de mensajes que sugieren que los hombres tenemos que proteger a las mujeres, además de llevar la iniciativa en las relaciones con ellas. Estos mensajes también los reciben las mujeres para que, de forma complementaria, esperen nuestra iniciativa y consienten nuestra protección.

4.- Porque la violencia machista no desaparece de forma espontánea. Nacer y crecer en un país democrático que proclame la no discriminación por razón de sexo y el rechazo a la violencia machista no es suficiente para desterrar el machismo. Lo favorece; pero requiere de la implicación personal. Especialmente, los hombres, los agresores reales o potenciales.

¿Cuál es el papel de los hombres?

Para erradicar la violencia de género y lograr una cultura de equidad de género es imprescindible dirigirse a los hombres como aliados y que salgamos al frente para terminar con la complicidad que pudieran percibir los agresores ante nuestra aparente neutralidad.

¿Cuál es nuestro objetivo?

Las diferentes herramientas de “Hombres que…” buscan incrementar el conocimiento crítico del problema de género entre los hombres. Así como su implicación en la lucha contra la violencia hacia las mujeres. Para que, entre todos, logremos el aislamiento de los agresores; se facilite la denuncia, el control y el castigo. Al tiempo que se desarrollan las medidas de protección y soporte a las víctimas para que recuperen la autonomía necesaria que les permita rehacer sus vidas.

¿Qué compromisos perseguimos?

El compromiso de luchar contra toda forma de violencia contra las mujeres.

El compromiso de acabar con el machismo y sus manifestaciones.

El compromiso de apostar por la igualdad entre los sexos y la equidad de género.

Y pasar de estar de acuerdo con el cambio a asumir las responsabilidades que correspondan para hacerlo posible.

¿Qué ofrece el programa “Hombres que…”?

1.- Implicar a los niños, adolescentes, jóvenes y adultos personalmente e implicar a otros hombres para lograr erradicar el machismo y la violencia de género.

2.- Que los hombres de cualquier edad logren identificar las actitudes machistas y entender que es su responsabilidad cambiar estas actitudes y comportamientos que permiten a los hombres cometer actos violentos contra las mujeres por el hecho de serlo.

3.- Promover en los hombres un cambio personal y colectivo mucho más profundo que el rechazo racional y razonado a la violencia de género y sus manifestaciones.             

4.- Se trata de lograr un cambio que modifique el conjunto de las relaciones que el hombre mantiene con las mujeres, con el resto de los hombres y con la vida cotidiana.

5.- Un cambio que requiere reconsiderar las prioridades y convicciones personales, familiares laborales y sociales. Consiste en vivir de forma cada día más igualitaria.

Cambiar las cosas es posible
si se cuenta con la colaboración de los hombres.
Más que ser el problema,
los hombres son imprescindibles
para encontrar la solución.
 
Más que “maltratadores en potencia”
pueden ser agentes de igualdad en activo.

 

¿Cuáles son los principales ejes de actuación?
  1. Deslegitimar a los maltratadores.

Todo hombre puede dejar de ejercer maltrato y evitar tanto las situaciones como los contextos que conllevan estos comportamientos. La violencia no es algo que pertenezca de manera irremediable a la naturaleza masculina. Ni la locura, ni el alcohol o las drogas, ni una niñez traumática, ni por supuesto la actitud de las mujeres o la educación machista recibida, justifican ningún tipo de violencia hacia la mujer. Al contrario, la violencia de género es una decisión que tiene como objetivo lograr el control sobre sus víctimas.

  1. Favorecer la igualdad.

Desarrollar estrategias para acabar con la misoginia y la exaltación de la virilidad, potenciando la equivalencia entre las personas y los sexos, la defensa de las libertades individuales y los derechos humanos. Es imprescindible que los hombres traten a las mujeres como iguales y, por tanto, capaces de gestionar sus propias vidas. Pueden ofrecer apoyo que necesiten para reforzar su autonomía; pero nunca interferir en su toma de decisiones.

  1. Derribar el modelo masculino tradicional.

Como punto de partida consideramos la predisposición subjetiva de los hombres a aceptar los cambios que se van produciendo, visibilizar las consecuencias del machismo sobre las niñas, adolescentes, mujeres; así como en los propios niños y hombres; y divulgar los beneficios que se derivan de la igualdad para incorporarlos a la lista de razones que los anime a asumir una postura cada vez más activa a favor del cambio. Identificar el desequilibrio del poder como causa de violencia. Defender la igualdad en positivo. Se trata de acabar con las desigualdades que sufren las mujeres y los hombres; que beneficia a los propios hombres porque descarga a los hombres de responsabilidades tradicionales asociadas a la necesidad de garantizar la economía familiar, la defensa física de la pareja, la familia o el país, la toma de decisiones, etcétera.

  1. Presentar a los hombres como agentes de igualdad.

Los hombres deben luchar contra sus propias resistencias al cambio y con el entorno que censura lo que perciben de su evolución. Otra dificultad es la falta de modelos de identificación cercanos y con prestigio social, que les sirvan de referente y los animen en nuestro propósito. Pretendemos mostrar estas conductas porque se trata de cambios que ya se están produciendo en los hombres. Llegar a acuerdos que muevan a una nueva concepción de los roles que transforme al rol como elemento restrictor de la libertad. Cambios que afectan su forma de vivir y asumir la paternidad. Se trata de impulsar iniciativas sobre el cambio de los hombres, sobre cómo se adaptan a la igualdad; no sólo sobre cómo se resisten. Nuestro objetivo es mostrar las diferentes formas de vivir la masculinidad sin conflicto.

¿Cómo se logran estos objetivos?

Los objetivos se logran con capacitación, con educación, con sensibilización. Y, desde ahí, se genera una llamada al cambio positivo y al compromiso activo para lograr una sociedad mejor tanto para los hombres como para las mujeres de cualquier edad.